Tuve oportunidad de estar allá con mis hijos pero no por diversión sino porque a mi hija Gabriela un desgraciado le robó pero también le fracturó una clavícula. Dios se apiade de gente como esa que las manos no les sirven mas que para tragar y dañar al prójimo. Pero se repuso y junto con mi hijo Jorge Armando pasé una semana Maravillosa.
* Gabriel Román Balderas
Orizaba, Veracruz - Julio de 2008
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